martes, 3 de mayo de 2011

NUTRICION


RECOMENDACIONES NUTRICIONALES EN EDAD PREESCOLAR Y ESCOLAR

Ramón de Cangas no explica que en  esta etapa de vida, los objetivos de la nutrición son sobre todo asegurar un crecimiento y desarrollo adecuado (teniendo en cuanta también la actividad física del niño)  mediante una alimentación suficiente y equilibrada y obviamente tratar de instaurar unos hábitos alimentarios saludables para toda la vida.
Para ello, es necesario que el niño consuma la energía que requiere:
Es importante tener en cuenta la actividad física del niño y su tamaño corporal, ya que demasiada energía puede acabar provocando un exceso de grasa corporal. Como referencia de las necesidades diarias energéticas disponemos del informe de la Organización Mundial de la Salud y del Comité de Nutrición de la Academia de Ciencias Americana.
Hay que tener en cuenta que la energía que un niño necesita, debe cubrir su gasto metabólico basal ( es decir, lo que consume sólo por estar vivo), el efecto termogénico de los alimentos ( el gasto derivado de las digestiones) y el gasto por actividad física. Además, hay que tener en cuenta la energía necesaria para el crecimiento ( unas 20 Kilocalorías extra al día).
Pero no solamente es importante la energía total que consume un niño, también debe haber un equilibrio en el reparto de los macronutrientes.
Por ello, el 50-55% de la energía que el niño consume diariamente debe ser aportada por los hidratos de carbono. La dieta debe ser por tanto rica en pan, arroz, pasta, patatas, legumbres, fruta….Sin embargo los azúcares (sacarosa, mermelada, confituras….) no deben ser abundantes (no más del 10% de las Kilocalorías totales) para evitar el riesgo de sobrepeso y también en prevención de caries etc…
Un 12-15% de la energía diaria, debe ser aportada en forma de proteínas. Sin embargo, no debe haber una ingesta excesiva de proteínas animales, la ingesta de proteína debe estar equilibrada en un 50% de origen animal y un 50% de origen vegetal. Por tanto aunque obviamente se deben consumir cantidades adecuadas de pescados (con más frecuencia que carnes), carnes y huevos, no se deben dejar de lado las legumbres, frutos secos, cereales….Es interesante el concepto de complementación proteica. A lo que hace referencia este concepto es al hecho de que algunas proteínas (de origen vegetal sobre todo) son deficientes en algunos aminoácidos esenciales, sin embargo, cuando se combinan entre sí, dan lugar a una proteína de un valor biológico elevado. Un ejemplo clásico es combinar las legumbres con cereales ( moros y cristianos, lentejas con arroz,  soja con arroz, habichuelas con maíz, pan y frutos secos….).
Se debe consumir un 30-35% de la energía diaria en forma de grasas. Sin embargo la grasa saturada nunca debe sobrepasar el 10% de la energía total. La grasa monoinsaturada debe aportar un 15% y la poliinsaturada un 10% ( con una relación adecuada entre omega 3 y omega 6). Además, no se deben consumir más de 200 miligramos al día de colesterol.
 En la práctica esto supone utilizar aceite de oliva virgen para cocinar y aliñar, consumir frutos secos ( nueces, almendras, avellanas…), más veces pescados que carnes ( alternando blancos y azules), limitar los lácteos enteros ( elegir semidesnatados), mantequillas, margarinas, carnes grasas, bollería industrial, comida rápida, embutidos….
Tampoco se debe dejar de lado la ingesta de fibra. En niños mayores de dos años, se consideran que el consumo de fibra debe ser el número de años de edad más 5.  Incorporar frutas, verduras-hortalizas, legumbres, algún cereal integral (pan integral etc…) ayudará a alcanzar estas cantidades.


Ramón de Cangas
Presidente de la Asociación de Dietistas- Nutricionistas del Principado de Asturias
www.nutricionsalud.net